lunes, 18 de octubre de 2010

Sufrir.

-Buenas, me gustaría tomar algo con alcohol...
-Eres nuevo en esto,¿verdad? Ven, siéntate a mi lado. ¡Pon dos de lo de siempre Pedro! Ten chaval, te gustará.
-Oh, gracias, me llamo David...
-Si, si, pero eso no importa. Cuéntame, ¿que te ha traído a este antro a beber?
-Mi novia, se ha ido con otro, dice que la he cansado, que conmigo es todo rutina.
-Beber por un desamor, típico de estos sitios. ¡Pedro pon otra bien cargada!
-¿Y tu? ¿También bebes para olvidar a una mujer?
-Más o menos. Ella era preciosa, nunca he visto mujer más hermosa, tenía los ojos grises, su pelo moreno estaba siempre perfectamente peinado, su olor era el mejor de cuantos he olido. Estábamos juntos, todo era perfecto...
-¿Te dejó?
-Si, me dejó, pero me dejó para siempre. Murió en un accidente de coche. Se llamaba Esperanza, irónico ¿no?
-Oh, lo siento. Comprendo porque bebes, intentas olvidar...
-¿Olvidar? No hijo no. Cada día que me siento en esta silla la recuerdo, la recuerdo y sufro. Sufro mucho, no te puedes imaginar de que manera. ¡Lo que habría dado por que me dejara como te han dejado a ti! De esa forma la podría ver por la calle, la podría ver sonreír aunque sea gracia a otro hombre, pero no, yo no la voy a volver a ver nunca más. Por eso vengo aquí, bebo, lloro y sufro. Al fin y al cabo lo único que me queda es el sufrimiento, duele, pero es la única forma de que ella esté aquí conmigo. Así al menos se que mientras la siga amando Esperanza será, esté donde esté, un poquito mía.

2 comentarios: